Cantú González Carlos

Carlos Cantú Gonzales era originario del Puesto del Llano en el valle de el Pilón (actual MontemorelosNuevo León). Nació alrededor de 1705. Fue el primogénito de ocho hermanos del matrimonio formado por el capitán Carlos Cantú y Maria Josefa Gonzales. Su bisabuelo del mismo nombre contrajo nupcias con María Teresa de León y Gonzales Hidalgo, hija de Alonso de León “El Viejo”, el reconocido primer cronista del Nuevo Reino de Leon y su tío abuelo Alonso de León “El Mozo”, fue el primer gobernador de Coahuila.1

Su abuelo de nombre homónimo y Alonso de León “El Mozo” participaron en la importante expedición de 1686 a la desembocadura del río Bravo en busca del fuerte francés San Luis.

El fundador de Reynosa contrajo nupcias con María Ana Gertrudis Cavazos, vecina de Cadereyta. Tenía rasgos y carácter representativos de los habitantes de los confines norestenses de la Nueva España, atributos que le harían dirigir el arranque del primer asentamiento de Reynosa.

Se desconoce la fecha de su fallecimiento, pero se estima que para el primer repartimiento de tierras que tuvo lugar a través de los Autos de la General Visita de 1767, Carlos Cantú Gonzales ya había fallecido.

Lo siguiente fue publicado por el periódico El Mañana el 14 de Marzo de 2015, esto para que se comprenda la importancia del personaje.

El capitán Carlos Cantú González amerita el reconocimiento histórico como protagonista clave en el génesis de la Reynosa del Nuevo Santander, en lo que hoy es el estado de Tamaulipas. En su linaje ascendente cuenta con importantes personajes que tuvieron mucho que ver en la exploración y poblamiento pionero en el noreste de México y sur de Texas, tales como los capitanes Alonso de León, padre e hijo del mismo nombre, Sargento Mayor, Carlos Cantú del Río y de la Cerda Treviño, abuelo de Carlos Cantú González, que fue un conocedor del entorno fronterizo y de la población indígena que lo habitaba, con capacidad de decisión y liderazgo. Aunque esto fue característico de los primeros capitanes de las villas del Nuevo Santander, sus habilidades y arrojo sobresalieron al lograr congregar a los pobladores pioneros de una villa no programada por el Coronel José de Escandón. 

El origen del primer asentamiento de la antigua Reynosa se originó con el reconocimiento de la Costa del Seno Mexicano (la sección geográfica de la Llanura Costera del Golfo de México entre los ríos Guadalupe en Texas y el Pánuco). En los primeros meses de 1747, don José de Escandón partió desde Querétaro, con el fin de fraguar el penúltimo proyecto de colonización en la historia de la Nueva España.

Pidió apoyo para su “perfecto reconocimiento” a oficiales de diferentes puntos de provincias vecinas como la de Texas, Coahuila y Nuevo Reino de León. A éstos les indicó que prepararan “Diarios y Derroteros”, pues servirían para elaborar un mapa y el proyecto de pacificación y poblamiento de lo que se convirtió en la provincia del Nuevo Santander, el actual Tamaulipas.

En su derrotero del 21 de febrero, Escandón reanudó su marcha hacia el río Bravo, con un contingente de 50 soldados a caballo, diez soldados gastadores (guías) con barras y hachas, un fraile, seis oficiales y seis indígenas, de los principales del río Conchas. En el río Conchas o San Fernando había permanecido acampado por 11 días en la Salinas de la Barra; es de ahí de donde envió a Linares, en el Nuevo Reino de León, a buscar dos traductores de lenguas nativas del río Bravo, ya que los nativos del río Conchas hablaban un idioma diferente. Aunque el documento no menciona nombres, aquí es donde aparece Carlos Cantú González en el escenario histórico de la Colonización, como hombre fronterizo y traductor de lenguas indígenas.

Escandón llegó a las orillas del río Bravo el 24 de febrero de ese año, fijando su campamento a doce leguas (50.3 km) al poniente de su desembocadura, en las inmediaciones de la actual ciudad de Matamoros. Allí lo esperaba el Capitán del Presidio de Cerralvo, don Blas María Garza Falcón, con 42 soldados de diferentes puntos del Nuevo Reino de León. El mismo día, Carlos Cantú y uno de sus hermanos, a quienes se les describía como “buenos soldados y prácticos en las lenguas de las naciones de las fronteras”, arribaron al campamento. Se hacían acompañar por tres indígenas intérpretes y un indio bárbaro, nombrado este último por Escandón como Santiago. En otra documentación se conoce que éste pertenecía a la etnia “comecrudo”, originario de la región de donde se fundaría la antigua Reynosa (actual Reynosa Díaz). Escandón lo asignó como jefe de los grupos nativos, predominantemente parlantes de la lengua comecrudo en el bajo río Bravo. 

Dentro de un proyecto de colonización para 14 asentamientos desarrollado para finales de octubre de 1747 en Querétaro y presentados al virreinato, Escandón no consideraba fundar nada abajo de las adjuntas del río San Juan con el río Bravo. Tan solo reflexionaba sobre la posibilidad de incluir de cuatro a seis misiones en esa parte del río. Está claro que la fundación de la villa Nuestra Señora de Guadalupe de Reynosa no estaba considerada en el proyecto del Nuevo Santander. Esta fundación obedece a decisiones tomadas con algo de improvisación en 1749 por su propio fundador Carlos Cantú González. (Antropólogo y cronista de Reynosa)