El hijo desobediente

Se cuenta que en el municipio de Linares, Nuevo León, no hace mucho tiempo vivía una anciana con su hijo en una casa humilde en las afueras de dicho municipio. Mientras que la anciana se la pasaba todos los días lavando ropa ajena para obtener unos cuantos pesos (dinero mexicano) para poder comer, su hijo se la pasaba de borracho en la cantina (bar), malgastando el dinero que su madre se había ganado lavando ropa ajena. 

El muchacho ingrato, las veces que su madre no le daba para “el trago”, la golpeaba y la maltrataba, en ocasiones hasta dejarla inconsciente. Pero este sufrimiento tendría su fin muy pronto. 

Cierto día, un Viernes Santo para ser más exactos, su madre le pidió al ingrato que en vez de ir a la cantina o bar fuera a la iglesia a pedirle perdón a Dios por todos los males que había cometido; pero éste, encolerizado golpeó a su madre, y después la sacó de la casa, y se la llevó arrastrandola de los cabellos a la pobre mujer hasta un terreno baldio. La dejó tirada, cuando repentinamente se abre la tierra y se traga al muchacho, inútilmente pide ayuda, porque no es auxiliado por nadie, y ante la mirada de su madre y de vecinos curiosos que acudieron al lugar, observaron cómo el joven se hundía entre las arenas rápidamente, acto seguido la tierra se vuelve a cerrar. 

Se dice que lo que pasó fue que los demonios se llevaron al muchacho al infierno, especialmente ese día porque es cuando Cristo nuestro Señor se entrega por nosotros muriendo en la cruz, decidiendo tal vez acabar con el sufrimiento de esa pobre mujer que le propiciaba su propio hijo. 




Narrado por: Adrian (Monterrey, Nuevo Leon, México)
Investigación y Trascripcion hecha por: Blackray